1 dic 2011

En mi interior.

Su lucha se hace mia, sus sueños son mis sueños, no lo olvidaré jamas y lucharé por lograr ese mundo mejor por el que tanto luchó..
Hoy me encuentro estrechando la mano o en profundo abrazo con los/las "cumpas" (familia) de mi tía con una infinidad de preguntas que se me van respondiendo al observar sus miradas, al escuchar sus voces entiendo de sus ideales, de su lucha, de sus valores y su lealtad.
Hoy todos ellos sobrevivientes de los CCD Puente 12 y Vesubio hacen que mi mirada sobre mi entorno sea distinta, en éstos años de búsqueda incansable de la vida de mi tía "Belcha" comprendí el valor que tiene la militancia, el juntarse para ayudar, el crear nuevos caminos para un futuro mejor con justicia social e inclusión trabajando donde estan los humildes y olvidados, donde se encuentra la dignidad por el trabajo y la grandeza del ser humano que es su libertad.
Hay dias que me intriga de ella su música y otros su danza contemporánea..otros sus desayunos y otros los partos que atendió ayudando a crecer al futuro.
Hay dias que observando el suelo en una estación de subte la imagino ahí, parada sonriéndo, con libros bajo el brazo, inteligente y apurada, otros dias la imagino de noche sentada en una mesa escribiendo y escribiendo bajo la luz de una lámpara..
Solo pretendo justicia por tanto sufrimiento que vivió durante casi un año secuestrada al igual que sus 30000 compañeros.
No voy a parar en la busqueda de sus sueños, le quitaron su vida, hoy es el momento de armar éstas historias sueltas que llevo para al fin poder decir "Ella era así".

29 nov 2011

Gustavo Rearte. El peronismo como sinónimo de la revolución.

El 1º de Julio de 1973, un hombre nacido de las entrañas del peronismo y uno de los militantes más destacados de la Resistencia Peronista, fallece a la edad de 41 años, Gustavo Rearte, compañero sindicalista de la CGT de los Argentinos, co-fundador y conductor de la gloriosa J.P., ideólogo del M.R.P, J.R.P. y M.R.17, un militante incorruptible, justo, ético, solidario, tenaz en sus convicciones.
Su vida es una parte insoslayable de la historia del peronismo revolucionario
Gustavo Rearte es fundador de la mítica Juventud Peronista del 57, e integrante de su mesa ejecutiva.
Cuando derrocan a Perón en el 55, es uno de los jóvenes trabajadores peronistas que integran los innumerables comandos de la resistencia, formando parte del famoso Comando Valle.
La lucha por la vuelta de Perón y contra el régimen oligárquico lo lleva a encontrarse y juntarse con otros compañeros que andan en la misma: Carlos Caride, Rulli, El Kadri, Susana Valle, Felipe Vallese, etc.
Nacido en 1931, y de origen humilde, tuvo una instrucción autodidacta, leía mucho, para poder entender la realidad.
De todos modos, era un hombre de acción. Durante la Resistencia participó en las acciones más audaces, lo cual no fue obstáculo para que desarrolle un notable nivel teórico.
De muy joven, durante la época de Perón, había obtenido entrenamiento militar durante un año, en la escuela de Suboficiales de la Aeronáutica de Córdoba, donde lo pusieron en el cuadro de honor, luego, en los 60 completó su entrenamiento en Cuba (donde se entrevista con Fidel Castro y con el Che, quien lo visitará nuevamente en Buenos Aires, antes de su experiencia en Bolivia), aunque su verdadera escuela fue la experiencia adquirida en la calle, al calor de la lucha misma, durante la Resistencia Peronista.
Rearte inició la militancia sindical desde antes del 55, primero como metalúrgico y luego en Jabón Federal.
Ya en la época del régimen gorila, participa en la recuperación del gremio.
Fue delegado, delegado general, y en 1957 Secretario general del gremio de Jaboneros y Perfumistas de la Capital Federal y gran Buenos Aires.
Ese año, tiene una activa participación en el nacimiento de las 62 Organizaciones, que lanzan junto a la CGT Autentica el famoso programa de La Falda.
En 1960, junto a El Kadri, Rulli y Vallese, entre otros, participan de la primera acción de guerrilla urbana: el ataque a una guardia de la Aeronáutica en Ciudad Evita. Gustavo fue el jefe del operativo, que resultó todo un éxito y les permitió alzarse con dos subametralladoras PAM, uniformes y municiones.
Los compañeros lucían brazaletes con la sigla EPLN (Ejército Peronista de Liberación Nacional).
La JP envía a Gustavo a Montevideo a establecer contacto con los exiliados peronistas. Allí se reune con John W. Cooke, jefe del Comando Táctico de la Resistencia Peronista.
De vuelta en Buenos Aires es interceptado por una comisión policial, pero se niega a entregarse y se defiende a los tiros.
Un proyectil le hace nueve perforaciones en el intestino y casi se desangra, porque es paseado durante horas a borde de un automóvil policial; en el Hospital Rawson los médicos se niegan a entregarlo para que sea interrogado, (torturado) y luego pasa a la cárcel, donde permanece desde el 61 al 63.
Allí conoce a otros compañeros y continúa con su formación teórica, aprovechando el tiempo para leer los “clásicos” de la guerrilla urbana, y discutir con los compañeros presos
En 1964 se lanza el Movimiento Revolucionario Peronista, y Gustavo es uno de sus dirigentes, y uno de los redactores del decálogo, el programa y la declaración de principios.
El MRP, con una fuerte presencia de sindicalistas, es un freno al avance del vandorismo.
Rearte viaja a Madrid a entrevistarse con Perón que le da el visto bueno para proseguir con el movimiento, de regreso crea la Juventud Peronista Revolucionaria.
Escribe en el periódico En Lucha, órgano del MRP y en Compañero, de la JRP.
Allí es firme en la defensa de los postulados del peronismo y duro con los genuflexos y traidores: “El peronismo es un movimiento revolucionario que entronca con todas las grandes revoluciones de la humanidad. Desde su iniciación en las históricas jornadas del ’45, el peronismo es sinónimo de revolución. Sus realizaciones desde el poder y la extraordinaria trayectoria de lucha y sacrificio de sus bases después lo confirman. Negar esta esencia es negar el peronismo”
El MRP es uno de los mayores impulsores del encuentro sindical-político De Pie Junto a Perón, realizado en Tucumán. Rearte está en la primera línea; el Plenario, que reúne a las fuerzas políticas y gremiales combativas, reafirma el carácter revolucionario del peronismo y va a constituir un hito en la lucha contra el vandorismo.
En 1965 los Estados Unidos invaden Santo Domingo y Rearte viaja a República Dominicana, llevando el apoyo del peronismo a la lucha que libraba el Coronel Francisco Caamaño Deno.
En 1967 viaja por segunda vez a Cuba al congreso de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), la delegación estaba presidida por el “gordo” Cooke.
En Agosto del 68 es uno de los organizadores del Plenario del Peronismo Revolucionario, en el sindicato de Farmacia.
En ése cónclave clandestino se reúnen figuras como el mayor Alberte (quien acuña entonces la denominación “tendencia revolucionaria del peronismo”), el negro Sabino Navarro, Di Pasquale, Miguel Lizazo, Cooke, entre muchos otros.
El plenario decidió: promover la lucha frontal contra la dictadura de Onganía y apoyar todas las formas de lucha que surgieran del campo popular.
Era el inicio, en una escala mayor, de la lucha armada, y del surgimiento de las organizaciones político-militares.
Rearte, Cooke y Alberte serán los principales exponentes de dicha tendencia.
En mayo del 69 Gustavo es apresado nuevamente, y se come unos cuantos meses adentro.
Cuando sale, a comienzos del 70, funda el MR17.
Gustavo gasta los últimos años de su vida en intentar que las organizaciones que abrazan la lucha armado como camino para lograr la liberación, no se aíslen de las bases, que no entren ni en el aparatismo, ni en el militarismo.
Lo que no pudo la represión, lo logrará la leucemia y Gustavo Rearte fallece el 1º de Julio de 1973 (exactamente un año antes que Perón) a la edad de 41 años.
Lo velaron en la Federación Gráfica Bonaerense y una multitud lo acompaño al cementerio, entre los que estaban Carlitos Caride, su viejo compañero de la JP, el mayor Alberte, Raimundo Ongaro, y el cónsul cubano de ese entonces.
Pero su ejemplo de lucha y su prédica continúan vivas en los compañeros que levantamos su nombre.
Decía Gustavo allá por el 61: “la historia nos enseña que la supervivencia del Pueblo está condicionada por la desaparición de la oligarquía. Renunciar a la lucha es renunciar al destino de la humanidad argentina por pura cobardía (…) no daremos el alto al fuego hasta que la infamia, el privilegio y el colonialismo no queden definitivamente borrados de esta tierra generosa”.

En eso andamos, Gustavo.